La Psicología Funcional
Un nuevo modelo epistemológico
La Psicología Funcional estudia de una forma compleja el funcionamiento profundo de los organismos humanos, la unidad mente-cuerpo, demasiado tiempo fragmentado en partes contrapuestas, entendidas en aspectos parciales y vista desde ángulos limitados. El cuerpo no es una suma de partes.
El camino del futuro está de hecho en una visión multidimensional, capaz de conectar todos los aspectos que contribuyen a la salud y al bienestar, ninguno excluido. Se trata de desarrollar una teoría integral que reconecte todas las diferentes contribuciones que hasta ahora se han presentado en la escena de la psicoterapia.
“No hay duda que es el organismo en su globalidad que se enferma y no son sus partes, alguna de sus estructuras, instancias psíquicas, o constructos psicológicos o biológicos. La misma dicotomía psique-soma es completamente superada e insuficiente para describir el funcionamiento de un organismo viviente.” (2015, Rispoli)
En el Funcionalismo moderno encontramos un verdadero salto epistemológico y científico que se propone enfrentar la complejidad de la persona y superar los reduccionismos anteriores, tomando en consideración todos los fenómenos de la persona de manera completa.
Los resultados de las investigaciones que se han realizado de los procesos de terapia como en el desarrollo evolutivo de la infancia nos muestran que el individuo es un self integrado desde su nacimiento, que va complejizando sus funciones con el tiempo. La evidencia de esta unidad emerge siempre con más claridad en la práctica clínica, de las valoraciones de la terapia y de los descubrimientos de la neurociencia; lo que proporciona la posibilidad operativa profunda y eficaz, y no un holismo vago y genérico, sino concreto, detallado y especifico.
Metodología
La metodología de la Psicoterapia Funcional parte de la reconstrucción de las experiencias básicas que son alteradas y carentes en el individuo desde su historia infantil; además, de implementar otras herramientas que la hacen única en su aplicación. Con este método no hay categorizaciones (tipologías como esquizoide, rígido, oral, anal, etc.), consideramos al individuo como un ser único con funciones abiertas o alteradas y esto permite no emitir juicios sino aceptación de la persona.
La metodología que proponemos es una metodología suave y a la vez profunda, que toca la memoria periférica inscrita en el cuerpo y no sólo la memoria cerebral.
Funciones
Una función es la unidad esencial del funcionamiento humano, a través de la cual se expresa el Self. Cada función expresa a todo el organismo de la persona.
Las funciones conciernen a los cuatro planos psicocorporales que son: el cognitivo-simbólico, emocional, fisiológico y postural.
No se privilegia el intelecto sobre las demás funciones. Todas las funciones de los cuatro planos coinciden en expresar la alteración de la persona. Por ejemplo, una persona con una respiración torácica seguramente sentirá miedo o ansiedad y tendrá un simbólico alterado y posiblemente una postura encorvada.
Experiencias de base
Son configuraciones organizadas de funciones, que intervienen en experiencias con las cuales la persona entra en relación con los demás y con el mundo que les circunda, para alcanzar la realización de sus necesidades vitales.
Estas experiencias básicas son universales y patrimonio de la raza humana, tales como ser contenido en el vientre materno, ser nutrido y protegido, ser visto y escuchado, valorado, amado, etc. Si por alguna razón estas experiencias se viven de forma inadecuada dan origen a alteraciones que pueden terminar en patologías.
Las experiencias básicas del Self (EBS) son más de veinte, además de sus derivados. Para su reconstrucción se trabajan técnicas muy variadas. Las EBS se pueden reformular y reelaborar, proporcionando cada vez mejor suporte a la capacidad de la persona para enfrentar y disfrutar la vida.
Diagrama Funcional
El Diagrama Funcional permite hacer un diagnóstico individual para cada persona considerando 4 planos pisco corporales.
Los diferentes planos psico-corporales y las diferentes funciones que los componen se subdividen en cuatro grandes áreas: emocional, postural-muscular, fisiológico y el cognitivo-simbólico. La necesidad de considerar cuatro grandes grupos deriva de una doble motivación por un lado la claridad que se obtiene a nivel de representación gráfica y por el otro la observación de los procesos funcionales cuando tienden a escindirse, perdiendo la integración original por desórdenes o patologías. Cada área del Self puede ser alterada en su conjunto. De eso dan cuenta las siguientes expresiones “es un sujeto con el aspecto emotivo disfuncional”, “aquella persona tiene un nivel fisiológico alterado”, “se trata de un individuo hiperrazonador”. Cada expresión tiene un sentido en sí ya que evidencia la alteración del Self.
El plano emocional es el primero de estas áreas funcionales del organismo humano, ya que representa la particular forma de percibir el mundo desde el inicio de la vida y por lo tanto no es neutro. Las emociones nos hacen escoger, preferir, acercarnos o alejarnos de las personas, así como de los objetos. Objetos, eventos, personas están asociados siempre a particulares estados emocionales.
Al interior de la esfera del plano emocional podemos distinguir:
- Estados de ánimo positivos que llevan a crear lazos afectivos con las personas u objetos y que fortalecen el impulso vital como son el amor, ternura, gozo, alegría, serenidad, confianza, esperanza, humorismo, sociabilidad y buenas maneras en relación a los demás
- Estados de ánimo negativo como la rabia y el odio que permiten oponerse y defenderse de los ataques, la opresión hace alejarse de lo que no nos gusta y el miedo huir de situaciones peligrosas.
- Autopercepción que consiste en diferenciarse del otro y autonomía, también elaborar con ternura hacia sí mismo la triste pérdida de cosas y personas amadas. Esto amplía la relación consigo mismo, mejora la autopercepción, autoestima, seguridad, inseguridad, la osadía y desasosiego.
- El humor de base, la atmósfera general del mundo afectivo, el estado profundo más indiferenciado de las emociones tales como el bienestar o el malestar, el buen humor o el mal humor, la tranquilidad o agitación, positividad o negatividad. Las emociones pueden ser abiertamente expresadas al exterior o permanecer oprimidas o detenidas al interior y volverse invasivas.
El plano fisiológico encierra numerosos sub-planos constituidos por todos los sistemas y aparatos internos del organismo. Se trata de sistemas que aseguran su funcionamiento en todos los niveles:
- Sistema neuroendocrino y sus mediadores químicos y neurotransmisores fundamentales en la transmisión de información en todo el organismo.
- Sistema neurovegetativo, con su posibilidad de activación del vago que posibilita calma y del bienestar y el simpático que es sistema de la alarma, alerta y acción inmediata.
- El aparato inmunológico que tiene claras conexiones con las relaciones afectivas, emociones y los estados de estrés.
- El sistema sensoperceptual que representa el importante mundo de la información que llega tanto del exterior como del interior del individuo, incluyendo el nivel de umbral de dolor, fundamental punto de alarma.
El plano postural-muscular es el área tradicionalmente más estudiada, especialmente en el ámbito de la comunicación no verbal y de la psicoterapia corporal: es en general conocida como sede del lenguaje del cuerpo con sus diferentes sub-planos:
- Las posturas asumen una importancia central en la comunicación consigo mismo y con los demás;
- Los movimientos y los gestos pueden ser volitivos y dirigidos o inconscientes e incontrolados; asumen modalidades características según cada individuo: gruesos o sutiles, lentos o veloces, fuertes o débiles, amplios o limitados, explosivos o detenidos;
- La fuerza como capacidad de intervenir directamente sobre el mundo circundante a través de la capacidad muscular; puede ser una fuerza expresada o detenida, una fuerza a mover o a resistir;
- La estructura y la forma que el cuerpo adquirida poco a poco a través del tiempo con equilibrios o desequilibrios entre la partes superior e inferior del cuerpo y el lado derecho e izquierdo y entre delgado y gordo.
El plano cognitivo-simbólico comprende una serie de procesos simbólicos ya conocidos en el ámbito de los modelos tradicionales, psicológicos, psiquiátricos, neurobiológicos; procesos que no deben de ser considerados psíquicos o mentales, sino unitariamente psicocorporales siendo que incluyen a la persona en su totalidad. Distinguimos :
- Los recuerdos que pueden concernir el pasado lejano o cercano, con matices principalmente negativos o positivos;
- La conciencia que es el grado con el cual la persona se conoce a sí misma y sus funciones.
- La racionalidad que es la capacidad de valorar con lógica los elementos de un problema y de la realidad, sopesarlos y confrontarlos;
- El control, que representa la capacidad de ser consciente de lo que acontece alrededor y dentro de sí mismo;
- Las fantasías vistas como los pensamientos que irrumpen al interior de la conciencia sin ser voluntarios, la mayoría de las veces con connotación negativa y de malestar;
- Los procesos imaginativos que el individuo puede organizar y dirigir hacia un proyecto y así prever el éxito de sus acciones y sus palabras, acomodándolas y modificándolas hasta encontrar aquellas óptimas para el objetivo fijado;
- La estructura del tiempo que nos coloca cerca o lejos de experiencias del pasado o metas hacia futuro;
- El simbólico entendido como conjunto de valores profundos y atribuciones que cada quien da a los eventos humanos y sociales significativos, como el nacimiento, la vida, lo masculino y femenino, la infancia, la madurez, la vejez, el trabajo, el juego, la sexualidad, etc. Este conjunto de valores se expresa no únicamente a través de los sueños, sino continuamente, impregnando la manera de sentir de la persona representada simbólicamente por determinados objetos o condiciones de vida.