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Tenido – Ser contenido

La experiencias de base relativas a la contención en todos los aspectos estén entre las más arcaicas experiencias del self. Desde el útero materno se vive ya extensa y plenamente la condición de ser contenido, una condición que genera un sentido de tranquilidad y seguridad casi absoluta. También se observa esto con casi todos los cachorros que después del nacimiento reviven innumerables ocasiones para sentirse contenidos al interior de algo suave y cálido. Pensamos lo bien que se debe sentir un recién nacido totalmente envuelto en los brazos de un adulto y sintiendo su contacto, por eso los niños continúan buscando la sensación de ser contenidos; se acurrucan cerca del cuerpo de la madre, casi debajo de ella; aman ponerse bajo un cojín, en una esquinita protegidos, recubiertos por algo que los contiene, envuelve y reconstruye el sentido de tranquilidad antiguo. Es muy frecuente que el niño se refugie bajo las sábanas tapándose hasta la cabeza cuando siente miedo en la noche. Hay personas que sólo logran dormir cuando se sienten ajustados por la ropa de cama. Ser contenido no es desagradable como algunos sostienen, pero tampoco se trata de la condición perdida e inalcanzable a la que aspiramos toda la vida. Es sólo una de las experiencias fundamentales para el desarrollo del ser humano y como las otras nunca se abandona del todo durante la existencia. Las personas continúan buscando ocasiones en las cuales pueden sentirse por lo menos parcialmente contenidas. Por ejemplo es placentero acurrucarse de vez en cuando cerca de la pareja o entre los cojines de la cama o de un sillón yes saludable de vez en cuando poderse conceder la sensación de ser pequeñito o de ser un cachorro en la presencia de alguien o algo más grande que nosotros que nos envuelve y nos induce a pensar en nada.

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